El fútbol se puede entender de muchas formas. Para algunos es solo una práctica estúpida donde veintidós hombres corren detrás de una pelota mientras miles de personas les animan desde las gradas. Para otros es una religión, lo más grande que hay en sus vidas, un vínculo que les une a amigos, familiares y desconocidos en un mismo sentimiento. El fútbol también es negocio, y es diversión. Es bajar a la plaza con tus amigos una tarde cualquiera, improvisando las porterías con piedras, y jugar hasta la extenuación. Es un deporte que ha conseguido unir a países totalmente irreconciliables, y cambiarle la vida a millones de personas. El fútbol, guste más o menos, es un entretenimiento de masas a nivel global que mueve muchísimo dinero, y que genera expectación e ilusión en mucha gente. Pero, ¿hasta qué punto nos afecta el hecho de que nuestro país juegue la fase final de un Mundial, por ejemplo?
Los Campeonatos del Mundo son los torneos futbolísticos más importantes que existen, y también los segundos eventos deportivos más populares, solo por detrás de las Olimpiadas. Cada cuatro años, las selecciones de todos los rincones del planeta se enfrentan en un torneo que determinará quién es el mejor equipo del mundo durante ese periodo posterior. La importancia de estos partidos es tal que en muchas ocasiones, el país entero se para para ver el encuentro. Sucede incluso con los partidos de la fase de grupos, pero sobre todo con las eliminatorias. En España, por ejemplo, el país entero se pegó a la televisión en 2010, cuando la selección llegó a la final del Mundial de Sudáfrica. El poder del fútbol es tal que incluso nos hace dejar a un lado otro tipo de hobbies y entretenimientos que, en circunstancias normales, nos ocuparían más tiempo. Hay personas que han dejado plantadas a sus parejas por ir a ver un partido, o que incluso han cambiado el día de su boda para que no coincida con el encuentro vital de su equipo. Llega a ser tal el poder del fútbol que, durante el Mundial, las webs porno más importantes notan una bajada de usuarios sorprendente durante los partidos.
Una relación curiosa
¿Qué tienen que ver el fútbol y el porno? Más de lo que imaginamos en un primer momento, desde luego. Estamos hablando, para empezar, de dos hobbies primordialmente masculinos. Cada vez son más las chicas que se han aficionado al balompié, e incluso juegan en equipos femeninos. Sin embargo, el fútbol sigue siendo un juego mayoritariamente de hombres, como también lo es el porno, que está incluso más enfocado a esa visión masculina. La relación entre ambos no acaba ahí, por supuesto. Cada día, las plataformas de streaming porno como Xvideos, Pornhub o RedTube reciben millones de visitas de usuarios de todo el mundo. Pero cuando llega el Mundial o algún otro evento futbolístico interesante, esas visitas caen en picado, al menos durante la celebración de los encuentros. Curiosamente, la subida de visitas se da al poco de terminar los partidos…
Un torneo muy intenso
El Mundial de fútbol se lleva a cabo normalmente en junio y julio, aunque la próxima edición, al disputarse en Qatar, se celebrará en invierno. El torneo suele durar un mes, y enfrenta a 32 selecciones llegadas desde todos los puntos del planeta. La mayoría de ellas sudamericanas y europeas, al ser las confederaciones con mejores coeficientes en total. Se disputan 64 partidos durante ese mes, en ocasiones incluso tres al día, por lo que es una auténtica fiesta para los aficionados al fútbol. Incluso cuando tu país no se haya clasificado, el poder disfrutar de todas las estrellas del mundo juntas en un mismo torneo sirve como reclamo para que quieras perderte ni un encuentro. El torneo se desarrolla en formato de grupos en su primera fase, para pasar posteriormente a octavos de final, cuartos, semifinales y por último, la gran final.
La tensión que viven los aficionados en partidos de este calibre es máxima. Desde fuera, para quien no disfrute de este deporte, se ve como algo totalmente surrealista. Hay personas que se toman más en serio un partido de su selección que cualquier problema propio en casa o en el trabajo. Y no negamos que a veces se llegue a extremos peligrosos, pero siempre que se sepa canalizar, la pasión por el fútbol también nos ayuda a olvidar, por un rato, del resto de problemas. El país entero se lanza a apoyar a la selección, sean del equipo que sean. Por una vez, los rivales que no se pueden ni ver en la temporada cantan juntos los goles de un equipo y se abrazan. La intensidad es máxima, y para lograr encauzarla, muchos recurren al porno.
Visitas a sitios porno durante el Mundial
Durante los partidos importantes de un Mundial, las visitas a las páginas porno más populares caen de manera súbita. Algunos portales como YouPorn o PornHub han llegado a calcular que, en determinados países de Sudamérica y Europa, la caída de usuarios es de cerca del 80% cuando su selección está jugando. Esto supone un ejemplo muy claro de cómo el público que sigue ambos eventos es mayoritariamente compartido. Al conocer las IP de los usuarios y saber su localización (salvo cuando utilicen servicios de VPN), las webs pueden realizar este tipo de estudios, que les permiten además conocer mucho mejor a su público. La atención de los hombres, en ese momento, está centrada en el fútbol.
Sin embargo, cuando el árbitro pita el final del partido, las webs recuperan su actividad habitual. Da igual si la selección ha ganado o ha perdido, aunque en este segundo caso, las visitas suelen aumentar. Suponemos que los aficionados buscan algo con lo que desahogarse y olvidarse de la derrota, y nada mejor que desfogarse con un poco de sexo explícito. Cuando hay un triunfo, lo habitual es que se queden festejando, y la actividad normal no se recupere hasta el día siguiente. Ocurre en prácticamente todos los países que disputan el Mundial, pero el desfase de visitas se hace más evidente en naciones como Argentina, Brasil, Chile o España, con un seguimiento casi total de estos partidos.
Dos hobbies principalmente masculinos
Ya comentábamos arriba que ambas aficiones, la del fútbol y la del porno, suelen ser compartidas por la mayoría de los hombres. El público de ambas industrias es mayoritariamente masculino, y eso se nota en la relación que marcamos en este ejemplo. Cuando hay partidos importantes, el porno pasa a un segundo plano. Sin embargo, también puede ser una alternativa para olvidarnos de las derrotas, y encontrar cómo canalizar esa frustración. De hecho, hay porno de temática futbolera que suele ponerse muy de moda cuando llega la época de los Mundiales. Las productoras saben que pueden enganchar al público a través de este tipo de vídeos, al menos durante ese periodo, y los utilizan para generar mucho más interés.